Izanami

La historia de Izanami no puede entenderse sin Izanagi en el mito de la creación. Los primeros dioses convocaron a Izanagi e Izanami y les encargaron la creación de ka primera tierra. Para ayudarles les dieron una lanza decorada con joyas. Las dos deidades fueron al puente entre el cielo y la tierra y agitaron el océano con la lanza, formando una isla. Hicieron su casa en la isla y como querían unirse, construyeron un pilar y se unieron pero algo fue mal. Tuvieron dos hijos pero mal hechos, con lo que no se consideraron dioses. Los embarcaron al mar. Intentaron unirse de nuevo, esta vez con éxito, y surgieron muchas deidades y crearon más islas. Izanami finalmente, murió al dar a luz a Kagutsuchi o Ho-Masubi (encarnación del fuego o causante del fuego). Izanagi mató a Kagutsuchi. 

Izanagi emprendió un viaje a Yomi, la tierra de los muertos, para recuperar a su esposa. Encontró muy poca diferencia entre Yomi y el mundo terrenal, excepto por la oscuridad eterna. Esta oscuridad sofocante fue suficiente para provocarle dolor en ausencia de la luz y la vida en la tierra de arriba. Buscó a Izanami y la encontró aunque en un principio no pudiera verla bien debido a las sombras que ocultaban su apariencia. Sin embargo le pidió que regresara con él. Izanami le escupió, indicándole que era demasiado tarde y que ya había provado el alimento del inframundo. No podía regresar a la vida. Izanagi renunció a ceder ante los deseos de Izanami de quedarse en el Yomi, con lo que ésta accedió a volver al mundo superior pero antes le pidió que le dejara tiempo para dormir y que no entrara en su dormitorio. Mientras Izanami dormía, Izanagi tomó un peine que sostenía su cabello y lo encendió como una antorcha. Así vio la horrible forma de la una vez agraciada y hermosa Izanami. Ahora era una forma de carne en descomposición con gusanos y criaturas asquerosas que se deslizaban sobre su cuerpo destrozado. 

Gritando, Izanagi comenzó a correr intentando llegar al mundo de los vivos y abandonando a su esposa muerta. Izanami indignada lo persiguió junto a las Shikomes, en un intento por atraparlo. Izanagi lanzó su gorro, que se transformó en uvas negras pero lo esquivaron. Lanzó su peine, que se convirtió en bambú, ahora todas las criaturas de Yomi lo perseguían. Orinó en un árbol, que se convirtió en un río pero todavía le perseguían. Les lanzó melocotones sabiendo que no los retendría por mucho tiempo pero ya casi estaba llegando. Izanagi llegó a la entrada y la bloqueó. Izanami gritó y le dijo a Izanagi que si no la dejaba salir mataría a 1000 residentes vivos cada día, a lo que él respondió que daría vida a 1500. Y de esta manera comenzó la existencia de la muerte.