Rusalky

Dentro de la mitología eslava, una rusalky era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o demonio que vivía en un canal. De acuerdo con muchas tradiciones, una rusalky era una sirena que vivía en el fondo de los ríos. A medianoche, acostumbraban salir y bailar en los prados. Si veían a un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y bailes, y entonces lo conducían al fondo del río a vivir con ellas. Poseía la sabiduría universal de todo los conocimientos y de todas las ciencias, era la que otorgaba inteligencia a todo ser.
En algunas ocasiones se dice que la rusalky es un ser muerto, asociado con la "fuerza oscura", como las personas que han muerto violentamente y antes de tiempo, así como aquellas mujeres que se han suicidado porque su novio rompió con ellas, o aquellas que se quedaron embarazadas fuera del matrimonio, deben pasar el tiempo asignado de vida como espíritus en la tierra. Existe otra versión que sostiene que una rusalky es el alma de una mujer joven que ha muerto cerca de un río o un lago, y embruja dicho lugar. No es necesariamente mala, y le será permitido morir en paz si su muerte es vengada. También se dice que son niños que no han sido bautizados, por lo general aquellos que nacieron fuera del matrimonio y que son abandonados por sus madres. Estos seres vagan por el bosque y piden ser bautizados para poder tener paz. No son necesariamente seres inocentes, e incluso podrían atacar a un ser humano.

Todas estas versiones acerca de su origen bien podrían tratarse de explicaciones cristianas sobre dicho ser, ya que siendo de la mitología eslava, automáticamente se convierte en algo demoníaco en el cristianismo (ahí su asociación a los súcubos o a los demonios). Se asemeja a otros seres como Las Lavanderas, que también tienen que pasar cierto tiempo en la tierra al morir antes de tiempo (al dar a luz) y solo pueden descansar cuando se cumple el plazo.
Debido a que el lugar al que pertenece es el río en que murió, la rusalky puede salir de él y trepar a un árbol, donde se sienta y canta, puede ir a un muelle y cepillar su cabello, o unirse a otras y bailar en el campo. En algunas ocasiones se dice que los ojos de una rusalka brillan como fuego verde, en otras se dice que son extremadamente pálidas, sin pupilas visibles. Su cabello es descrito como de color verde, y siempre húmedo. Según algunas leyendas, si se secase su cabello, la rusalky moriría o solo se pondría enferma. Algunas son totalmente verdes y tienen cola de pez.
A las rusalky les gusta seducir a los hombres. Los seducen con su canto y después los ahogan. Los hombres que son seducidos pueden morir en sus brazos, y se dice que oír su risa, también puede provocar su muerte. Son imprudentes por naturaleza y no tienen idea de lo que hacen al hombre.
Gráciles hechiceras de ríos, arroyos y estanques, las rusalky rusas tenían fama de asesinas de hombres, atrayendo a sus víctimas hacia una muerte líquida. No obstante, algunas rusalky amaban a los mortales y una incluso abandonó su lago para casarse con un príncipe. La única condición para la unión era que la rusalky permanecería entre los humanos mientras él le fuera fiel. Ante una infidelidad, la rusalky volvía a su hogar y un simple abrazo significaría la muerte.